Irlanda o España, ¿dónde se paga menos impuestos?
Comparamos los sistemas tributarios de Irlanda vs. España. ¿Quieres saber en cuál de los dos países pagarías menos impuestos?
¿Tributar en Irlanda? Si has estado investigando sobre los países en los que es más conveniente instalarse para ahorrar desde el punto de vista fiscal, habrás escuchado que muchas empresas se instalan en este país para acogerse a un régimen más beneficioso. Pero, ¿qué hay de cierto? ¿Pagarías menos al Fisco que en otras naciones vecinas? Para comprobar qué hay de verdad en lo que se cuenta, hoy queremos comparar su sistema tributario con otro país de Europa. Analizaremos, con datos actualizados a 2024, los impuestos de Irlanda vs. España.
Conocer a fondo los sistemas tributarios de ambos países te permitirá optimizar tus finanzas, tanto si eres particular como si tienes una empresa. Los tributos en ambos países europeos varían no solo en sus tasas, también en su aplicación según el tipo de contribuyente y el tamaño de las empresas. Elegir uno u otro podría tener un impacto directo en tus ahorros y rentabilidad. Si estás considerando mudarte o invertir, sigue leyendo y descubre qué destino podría ajustarse mejor a tus planes.
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Impuestos para empresas o personas jurídicas
Para empezar, si te interesa la comparativa de los sistemas tributarios de Irlanda vs. España porque estás pensando en montar una empresa, debes saber que ambos presentan sistemas fiscales que buscan atraer inversión. Eso sí, la estructura y las tasas impositivas difieren de forma notable. Esto influye en los costes operativos y en la rentabilidad. Veamos los principales impuestos que afectan a las empresas en ambos países y los beneficios fiscales disponibles para proyectos emergentes y pymes.
El impuesto sobre sociedades en Irlanda frente a España
Este es uno de los impuestos a tener más en cuenta a la hora de tomar una decisión sobre la ubicación de las empresas, sea del tamaño o sector que sea. Grava los beneficios empresariales y es un factor clave en la carga fiscal que enfrenta cualquier compañía. Irlanda y España presentan diferencias notables en sus tasas y estructuras.
- Irlanda: en Irlanda, el impuesto sobre sociedades tiene una de las tasas generales más competitivas de Europa, del 12,5 %. Este tipo impositivo se ha convertido en un imán para grandes multinacionales, sobre todo en los sectores de tecnología y finanzas. Sin embargo, los ingresos de inversión inmobiliaria y de otras actividades no comerciales tributan a una tasa más alta, del 25 %. Además, Irlanda ha comenzado a implementar una tasa del 15 % para grandes corporaciones multinacionales bajo las directrices de la OCDE, buscando así un equilibrio entre mantener su atractivo fiscal y alinear su normativa con los estándares internacionales.
- España: por su parte, España aplica una tasa general de impuesto sobre sociedades del 25 %, aunque las nuevas empresas se benefician de una tasa reducida del 15 % durante los dos primeros años de beneficios. Además, como forma de incentivar a las empresas tecnológicas y startups a establecerse en el país, España ofrece deducciones significativas para actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i)..
Como puedes ver, aunque Irlanda ofrece una tasa general más baja, España puede resultar favorable para nuevas empresas y proyectos innovadores, gracias a sus deducciones en actividades de I+D+i y a su tasa reducida para los primeros años de operación. Decidir entre ambos países dependerá del tipo de actividad que realices y de si tu empresa se beneficiaría más de una tasa fija baja o de incentivos para el crecimiento inicial.
Impuesto sobre actividades económicas en Irlanda vs. España
Otro tributo relevante para las empresas es el impuesto sobre actividades económicas, conocido en España como IAE. Grava las actividades comerciales y profesionales de acuerdo con el tipo de actividad y el lugar de operación. Aunque el sistema es distinto en Irlanda, existen ciertos tributos que cumplen una función similar.
- España: en España, el IAE aplica a todas las empresas con una facturación superior a un millón de euros anuales. La tasa varía según el tipo de actividad y la ubicación geográfica de la empresa, con tarifas más elevadas en áreas urbanas. Por ejemplo, empresas de sectores como el comercio o la industria pueden enfrentar tasas más altas en grandes ciudades, lo que incrementa su carga fiscal de acuerdo con su actividad.
- Irlanda: en Irlanda no existe un impuesto local similar al IAE que grave la actividad de las empresas de forma específica. Esto significa que las empresas no tienen que pagar un impuesto adicional por operar en ciertas ciudades o regiones, una ventaja significativa para quienes buscan reducir sus costes locales y establecerse en áreas urbanas sin cargos adicionales.
Para entendernos, en España deberás tener en cuenta este impuesto para elegir la ubicación de la empresa y planificar tu presupuesto. En Irlanda, como este tributo local no se aplica, tendrás la ventaja de poder establecerte dónde quieras.
Impuesto sobre bienes inmuebles (IBI o Commercial Rates) en Irlanda vs. España
Este tributo es relevante si tu empresa posee inmuebles o piensas invertir en propiedades, porque supondría un coste recurrente. Está basado en el valor catastral de cada propiedad. Tanto Irlanda como España lo aplican, aunque el sistema y las tasas difieren entre ambos países.
- Irlanda: en Irlanda, el impuesto sobre bienes inmuebles se denomina Commercial Rates y lo gestionan los municipios. Las tasas varían según la ubicación y el valor de la propiedad. Los municipios pueden ofrecer exenciones o reducciones para fomentar la actividad empresarial en áreas específicas. Este sistema de tasas locales permite cierta flexibilidad para las empresas, en especial en áreas rurales donde las tasas tienden a ser más bajas.
- España: en España, el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) también varía según el municipio, con tasas que suelen oscilar entre el 0,4 % y el 1,3 % sobre el valor catastral de la propiedad. Cada ayuntamiento establece su tasa, por lo que en áreas urbanas, este impuesto puede ser bastante más alto. Al igual que en Irlanda, ciertas zonas ofrecen descuentos específicos, pero la carga tiende a ser menos flexible.
Antes de establecer tu empresa, deberías tener en cuenta que las Commercial Rates en Irlanda suelen ser más bajas y cuentan con mayor flexibilidad en zonas rurales. En cambio, el IBI en España representa una carga fiscal más significativa en áreas urbanas y no presenta tanta variación en sus exenciones.
IVA en Irlanda vs. España
El IVA, o impuesto sobre el valor añadido, es un tributo indirecto al consumo. El coste lo asume el comprador, aunque son las empresas quienes lo gestionan y lo incluyen en sus precios. Como verás a continuación, este tributo es similar en ambos países en cuanto a su funcionamiento, pero las tasas generales y reducidas varían.
- Irlanda: la tasa general de IVA en Irlanda es del 23 %, con tasas reducidas del 13,5 % y del 9 % para productos específicos, como alimentos y transporte. Las empresas deben aplicar estas tasas en sus ventas y pueden deducir el IVA de sus compras para reducir su carga fiscal neta. Además, las transacciones intracomunitarias entre empresas registradas están exentas de IVA, se facilita así el comercio dentro de la Unión Europea.
- España: en España, la tasa general de IVA es del 21 %, algo inferior a la de Irlanda. También existen tasas reducidas del 10 % y el 4 % para productos básicos, como medicamentos y alimentos. Al igual que en Irlanda, las transacciones intracomunitarias entre empresas registradas están exentas de IVA, lo que favorece la competitividad en el comercio europeo.
Como resumen, la tasa de IVA en España es algo más baja que en Irlanda. Esto puede beneficiar el coste final de los productos. Si vas a realizar operaciones con otras empresas europeas, en ambos países podrás beneficiarte de la exención de IVA.
Otros impuestos específicos para empresas en Irlanda y en España
Además de los impuestos principales, ambos países aplican ciertos tributos específicos que afectan a las empresas según su actividad o tipo de inversión. Se aplican en circunstancias concretas y son importantes de conocer, porque pueden suponer una carga adicional.
- Irlanda: en Irlanda no existe un impuesto específico a nivel nacional sobre actividades o construcciones. Sin embargo, algunos sectores, como la minería o construcción, pueden estar sujetos a tasas locales específicas en áreas de alta actividad económica o de protección ambiental. Estos tributos dependen de las autoridades locales y son aplicables en circunstancias limitadas.
- España: en España, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) se aplica a cualquier construcción o instalación que requiera licencia urbanística. La tasa puede llegar hasta el 4 % del coste real de la obra, puede suponer un coste importante para empresas de construcción o aquellas que necesitan crear nuevas instalaciones.
En este sentido, Irlanda es más flexible al no contar con un impuesto general para actividades específicas, mientras que en España el ICIO supone una carga adicional para proyectos de construcción. Esto hace que Irlanda pueda ser más favorable para empresas que requieran infraestructura propia en sectores como el industrial y el de construcción.
Impuestos para personas físicas o naturales
Veamos ahora lo que pasa en lo relativo a los impuestos en España e Irlanda para personas físicas. Al igual que para abrir una empresa, este es un factor decisivo para establecerse en un lugar, pues impacta en los ingresos netos y en la capacidad de ahorro. Ambos países aplican impuestos progresivos sobre la renta, aunque la estructura y las tasas presentan diferencias. Vamos a hacer un repaso por los principales impuestos que afectan a las personas físicas en cada país.
El IVA en Irlanda vs. España
Como comentábamos en el apartado de empresas, el IVA es un impuesto indirecto que se aplica a la mayoría de los bienes y servicios. Afecta directamente el coste de vida porque es el consumidor final quien asume esta carga en sus compras diarias. Lo pagarás siempre que compres algo. Aunque ambos países aplican una estructura de IVA similar, las tasas y algunos criterios específicos varían.
- Irlanda: en Irlanda, la tasa general de IVA es del 23 %, una de las más altas en Europa. Además de esta tasa, se aplican tipos reducidos, como el 13,5 % y el 9 %, en bienes y servicios esenciales como alimentos y transporte. Este esquema permite cierta reducción en productos de primera necesidad, aunque el porcentaje sigue siendo bastante más alto que en España.
- España: en España, la tasa general de IVA es del 21 %, algo más baja que la de Irlanda, mientras que las tasas reducidas son del 10 % y del 4 %, aplicables a productos básicos como alimentos, medicamentos y servicios sociales.
Como veíamos más arriba, la tasa general de IVA en España es más baja, algo que puede reducir significativamente el precio de bienes y servicios.
Irlanda vs España, ¿dónde se paga menos impuesto sobre la renta personal?
El impuesto sobre la renta es uno de los principales tributos que afecta a las personas físicas y uno de los factores más importantes al elegir un país de residencia. En ambos países, el impuesto sobre la renta es progresivo. Esto quiere decir que las tasas aumentan con el nivel de ingresos. Pero veamos las diferencias en la estructura y los tipos aplicados:
- Irlanda: el impuesto sobre la renta cuenta con dos tramos principales: el 20 % para ingresos de hasta 40.000 euros y el 40 % para los ingresos superiores a este umbral (para contribuyentes individuales). Aunque el tipo superior es alto, el sistema simplificado de dos tramos permite cierta previsibilidad en los ingresos netos para quienes superan el límite inicial. Además, Irlanda ofrece una serie de créditos fiscales personales que reducen la carga impositiva de manera efectiva, algo beneficioso para residentes con ingresos medios.
- España: el IRPF en España es más complejo. El rango de tasas va desde el 19 % hasta el 47 %, en función del nivel de ingresos. Además, cada comunidad autónoma puede ajustar ligeramente la tasa final, lo que introduce variabilidad adicional. A pesar de la tasa superior más alta en España, existen deducciones y exenciones específicas que alivian la carga fiscal, sobre todo para familias y personas con necesidades especiales, como hijos a cargo o discapacidad.
En conclusión, aunque Irlanda ofrece una estructura simplificada de dos tramos, el sistema progresivo en España permite más flexibilidad en las deducciones, en especial para contribuyentes con circunstancias personales específicas. Quienes busquen una menor carga en ingresos medios pueden encontrar en Irlanda una opción más sencilla y predecible, mientras que en España, las deducciones personalizadas pueden hacer la diferencia para ciertos perfiles.
Impuesto sobre el patrimonio en Irlanda frente a España
El impuesto sobre el patrimonio es una carga que afecta a las personas con bienes o activos de valor significativo. España aplica este impuesto en función del patrimonio neto, mientras que Irlanda ofrece un entorno más flexible en este aspecto.
- Irlanda: actualmente no existe en Irlanda un impuesto directo sobre el patrimonio. Esto significa que las personas con activos elevados, como propiedades, inversiones o cuentas de ahorro, no están obligadas a pagar un impuesto específico sobre estos bienes, algo que resulta especialmente atractivo para quienes buscan minimizar su carga fiscal a largo plazo. Sin embargo, cabe mencionar que existen impuestos específicos sobre propiedades y ciertos activos, que de todos modos pueden afectar el presupuesto.
- España: en España, el impuesto sobre el patrimonio se aplica a las personas físicas cuyo patrimonio neto supera los 700.000 euros, con una exención de hasta 300.000 euros para la vivienda habitual. La tasa de este impuesto es progresiva y varía entre el 0,2 % y el 3,5 %, dependiendo del valor total del patrimonio y de la comunidad autónoma. Además, algunas regiones ofrecen reducciones o exenciones adicionales para ciertos contribuyentes.
La ausencia de un impuesto sobre el patrimonio en Irlanda hace de este país una opción atractiva para quienes buscan preservar sus activos a largo plazo sin pagar impuestos adicionales sobre su valor. En España, este impuesto puede representar un coste significativo para aquellos con patrimonios elevados, aunque las exenciones autonómicas pueden ser un alivio para ciertos perfiles de contribuyentes.
Impuesto sobre sucesiones y donaciones en Irlanda vs España
El impuesto sobre sucesiones y donaciones es clave en la planificación de herencias y transmisiones de bienes. Este tributo presenta grandes diferencias en su aplicación en ambos países, lo que puede ser determinante al elegir dónde residir o establecer bienes familiares.
- Irlanda: el impuesto sobre sucesiones y donaciones se aplica a los beneficiarios de una herencia o donación, con tasas que oscilan entre el 33 % y el 40 % según el parentesco y el valor de los bienes recibidos. Existen tres categorías de beneficiarios, donde los parientes cercanos, como hijos y cónyuges, disfrutan de un límite de exención más alto en comparación con otros familiares o amigos. Además, Irlanda permite algunas exenciones y reducciones en el impuesto sobre sucesiones para ciertas circunstancias, como cuando el beneficiario ya reside en la propiedad heredada.
- España: el impuesto sobre sucesiones y donaciones depende de varios factores, como el parentesco, la comunidad autónoma y el valor de la herencia o donación. Las tasas varían significativamente, desde el 7,65 % hasta el 34 %, y cada región tiene sus propias exenciones y reducciones. Por ejemplo, en algunas comunidades autónomas, los herederos directos, como hijos y cónyuges, pueden disfrutar de exenciones considerables que reducen el impacto del impuesto, mientras que en otras, la carga puede ser más alta, sobre todo para los familiares lejanos o no relacionados.
En general, la estructura del impuesto sobre sucesiones en Irlanda permite exenciones más altas para familiares cercanos, aunque las tasas finales son elevadas en comparación con España. En España, la variabilidad entre comunidades ofrece tanto ventajas como desventajas según la región, lo que hace que la planificación fiscal sea un factor clave al decidir dónde residir o transferir patrimonio.
Comparativa de impuestos en Irlanda vs España
Vistos los impuestos más relevantes a pagar en ambos países, ¿te conviene más residir en Irlanda o en España? Aunque es verdad que comparten ciertos impuestos, cada uno ofrece estructuras y ventajas diferentes. Irlanda destaca por su baja tasa de impuesto sobre sociedades. España, ofrece ventajas en deducciones para empresas innovadoras y reducciones iniciales para startups. Para acabar de decidir qué destino se adapta mejor a tu perfil, tanto si eres particular como empresario, veamos una comparativa final.
Impuestos en Irlanda vs España para personas físicas
Para las personas físicas, tanto Irlanda como España aplican impuestos sobre el consumo, la renta y el patrimonio, aunque con diferencias significativas. Irlanda no aplica un impuesto específico sobre el patrimonio, algo que resulta ventajoso para quienes poseen activos de alto valor, mientras que en España existen exenciones autonómicas que pueden reducir esta carga en algunos casos. En la siguiente tabla se muestran los impuestos más relevantes para personas físicas en ambos países:
Impuesto | Irlanda | España |
---|---|---|
IVA | 23 % (tasa general); 13,5 %, 9 % (reducidas) | 21 % (tasa general); 10 %, 4 % (reducidas) |
Impuesto sobre la renta | 20 % hasta 40.000 €; 40 % a partir de 40.000 € | 19 % – 47 % (tramos progresivos y autonómicos) |
Impuesto sobre el patrimonio | No aplica | 0,2 % – 3,5 % (a partir de 700.000 €, con exenciones regionales) |
Impuesto sobre sucesiones y donaciones | 33 % – 40 %, según parentesco y valor heredado | 7,65 % – 34 %, según parentesco y comunidad autónoma |
En términos generales, España ofrece una menor carga de IVA y permite más deducciones y exenciones en el impuesto sobre la renta. En cambio, Irlanda se presenta como una opción atractiva para quienes buscan reducir su carga fiscal en patrimonio y sucesiones, ya que no aplica un impuesto sobre el patrimonio.
Impuestos en Irlanda vs España para personas jurídicas o empresas
Para las empresas, Irlanda y España presentan diferencias relevantes, sobre todo en el impuesto sobre sociedades y los tributos específicos aplicables a ciertas actividades. En Irlanda, la tasa general de impuesto sobre sociedades es de las más bajas de Europa, lo que atrae a grandes corporaciones. En España, sin embargo, las nuevas empresas pueden beneficiarse de una tasa reducida. Además, existen incentivos para actividades de I+D+i, algo especialmente ventajoso para startups y empresas tecnológicas.
Impuesto | Irlanda | España |
---|---|---|
Impuesto sobre sociedades | 12,5 % (general); 25 % para ingresos no comerciales | 25 % general; 15 % para nuevas empresas los dos primeros años |
Impuesto sobre actividades económicas (IAE) | No aplica | Aplica a empresas con facturación >1 millón €; varía según actividad y municipio |
Impuesto sobre bienes inmuebles (IBI / Commercial Rates) | Depende del municipio | 0,4 % – 1,3 %, según el municipio |
IVA | 23 % (tasa general); 13,5 %, 9 % (reducidas) | 21 % (tasa general); 10 %, 4 % (reducidas) |
Impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras (ICIO) | No aplica | Hasta 4 % del coste real de la obra |
En conclusión, Irlanda ofrece una estructura fiscal más ligera para empresas que buscan optimizar su carga de impuestos sobre beneficios y bienes inmuebles, especialmente en sectores que no requieren construcciones nuevas. Por su parte, España brinda deducciones y tasas reducidas para nuevas empresas y sectores innovadores, siendo una opción atractiva para quienes desean aprovechar incentivos específicos en sus primeros años de operación.
En definitiva, si vas la carga fiscal es un factor clave para decidir entre Irlanda vs. España a la hora de asentarte, deberás considerar tanto tu perfil fiscal como los objetivos de tu residencia o negocio. Si todo el tema de los impuestos te resulta complejo, te recomendamos consultar con un asesor especializado que te oriente para encontrar el país que mejor se adapte a tus circunstancias. ¡Y no olvides adquirir tu eSIM de Holafly para consultarle cualquier duda!