Impuestos en Italia: ¿cuáles son y cuánto debo pagar?
¿Te planteas mudarte a Roma o cualquier otra ciudad italiana? Descubre con nosotros los impuestos en Italia para personas físicas y empresas.
¿Quién no querría mudarse a Italia? Ciudades llenas de historia, comida exquisita en cada rincón y los paisajes espectaculares de la Toscana son una mínima parte de lo que tiene que ofrecer. Pero, antes de hacer las maletas y volar para abandonarte a la dolce vita, hay algunas cosas en las que deberás reparar para tener una nueva vida estable. Hoy queremos hablarte de una de ellas: los impuestos en Italia. El sistema fiscal del lugar en el que resides puede impactar de forma directa en tu economía y tu nivel de vida. En el caso del país de la bota, el panorama tributario es variado y algo complejo. En muchos casos, los porcentajes de impuestos a pagar superan la media europea.
Italia cuenta con un sistema fiscal diseñado para financiar una amplia red de servicios públicos. A los tributos nacionales tendrás que sumarles otros locales y regionales, que variarán según la ciudad o zona en la que elijas vivir. Para que te vayas haciendo una idea y puedas decidir si te conviene financieramente elegirlo como residencia o para invertir, lo mejor es que desglosemos, punto por punto, todos los pagos a los que tendrías que hacer frente al irte a vivir a Roma, Florencia, Capri o cualquier otro rincón italiano. ¡Vamos al lío!
Impuestos para personas físicas o naturales en Italia
Antes de entrar en detalles sobre los impuestos que deberás pagar en Italia como persona física, debemos hacer un inciso. Es importante entender cómo funciona su sistema fiscal. El país de la bota cuenta con una estructura tributaria que combina impuestos directos e indirectos. Está diseñada para sostener un estado de bienestar sólido y garantizar servicios públicos de calidad, como su famoso sistema sanitario y educativo. Aunque puede resultar algo enrevesado para recién llegados, es más sencillo de lo que parece.
La fiscalidad en Italia está muy ligada a tu estatus de residencia fiscal. Si pasas más de 183 días al año en el país o tienes allí tu centro de intereses económicos, serás considerado residente fiscal. Esto significa que deberás declarar tus ingresos globales, no solo los generados en Italia. Por otro lado, los no residentes solo tributan por los ingresos obtenidos dentro del país. Con esto en mente, hagamos un repaso por los principales impuestos que afectan a las personas físicas en Italia.
1. Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPEF)
Si decides mudarte a Italia, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPEF) será el que más peso tenga en tu declaración de impuestos. Es el pilar del sistema fiscal italiano y uno de los que más impacto tiene en las finanzas personales. Es progresivo, se aplica a todos los ingresos obtenidos por los residentes fiscales. En otras palabras, cuanto más ganes, mayor será la tasa que tendrás que pagar. El IRPEF sigue un esquema de tramos, diseñado para que quienes tienen mayores ingresos contribuyan más al sistema. Para 2024, las tasas aplicables son las siguientes:
- Hasta 15.000 euros: 23 %.
- De 15.001 a 28.000 euros: 25 %.
- De 28.001 a 50.000 euros: 35 %.
- Más de 50.000 euros: 43 %.
¿Te resulta confuso? Pongamos un ejemplo práctico para aclararlo. Supongamos que tienes ingresos anuales de 40.000 euros. Así se calcula el IRPEF:
- Primer tramo: 23 % sobre los primeros 15.000 euros = 3.450 euros.
- Segundo tramo: 25 % sobre los siguientes 13.000 euros (28.000 – 15.000) = 3.250 euros.
- Tercer tramo: 35 % sobre los 12.000 euros restantes (40.000 – 28.000) = 4.200 euros.
Total a pagar: 10.900 euros.
Italia ofrece deducciones fiscales para familias numerosas, gastos educativos o alquiler de vivienda, lo que puede reducir de forma significativa la cantidad final a pagar. Esto convierte al IRPEF en un sistema más flexible para quienes tienen cargas familiares o invierten en el país. Hablaremos de estas ventajas tributarias más abajo.
2. Impuesto regional sobre la renta (Addizionale Regionale IRPEF)
Además del IRPEF nacional, al mudarte a Italia deberás pagar el Impuesto Regional sobre la Renta. Lo aplican las regiones italianas para financiar servicios concretos, como la sanidad y la educación regional. Cada región tiene libertad para fijar su propia tasa dentro de un rango que oscila entre el 1 % y el 3,3 % de tu ingreso imponible.
A diferencia del IRPEF, que es uniforme en todo el territorio, este impuesto puede variar bastante según el lugar en el que decidas vivir. Por ejemplo, regiones como Lombardía suelen tener tasas más bajas. Otras, como Lazio o Sicilia, aplican tasas cercanas al límite superior.
Italia no es el único país con impuestos regionales sobre la renta. En el sistema tributario de Alemania, por ejemplo, existe el “Kirchensteuer” o impuesto eclesiástico, que puede sumar hasta un 9 % adicional en algunos estados, aunque su destino es diferente. En España, algunas comunidades autónomas también tienen competencias para ajustar el IRPF en su territorio, aunque no suelen ser tan significativas como en Italia.
3. Impuesto municipal sobre la renta (Addizionale Comunale IRPEF)
Hay un impuesto sobre la renta más a pagar como persona física en Italia, el municipal. Conocido como Addizionale Comunale IRPEF, lo fijan los ayuntamientos y varía según el municipio donde residas. Las tasas oscilan entre el 0,1 % y el 0,9 % del ingreso imponible. Su objetivo es financiar servicios municipales como el alumbrado público, el transporte urbano y la gestión de residuos.
4. Impuesto al Valor Añadido (IVA)
Otro de los impuestos en Italia que notarás en tu día a día es el Impuesto al Valor Añadido (IVA), conocido como Imposta sul Valore Aggiunto (IVA). Es un tributo indirecto que se aplica al consumo de bienes y servicios. Ya viene incluido en el precio de la mayoría de los productos que compras, desde alimentos y ropa hasta tecnología o una simple comida en un restaurante.
El IVA es una de las principales fuentes de ingresos para el Estado italiano y varía según el tipo de producto o servicio. Comparado con el porcentaje de otros países europeos, el 22 % puede resultar algo elevado. Aun así, todavía está por debajo de países como Hungría, que tiene un 27 %. O Dinamarca y Suecia, en los que se aplica un 25 %. Veamos los tipos de IVA vigentes en Italia:
- 22 %: tipo estándar para productos y servicios generales (ropa, tecnología, transporte, etc.).
- 10 %: tipo reducido, aplicado en hostelería, transporte público y algunos servicios culturales.
- 5 %: tipo súper reducido para ciertos alimentos esenciales y servicios sociales.
- 4 %: tipo específico para alimentos básicos, libros y otros productos considerados esenciales.
Imagina que compras un portátil en Italia con un precio base de 1.000 euros. Con el IVA del 22 %, el coste final será de 1.220 euros. En cambio, si compras un libro por 20 euros, el IVA reducido del 4 % hará que solo pagues 20,80 euros en total.
5. Impuesto sobre la propiedad (Imposta Municipale Unica – IMU)
¿Planeas quedarte mucho tiempo y comprar una vivienda? En ese caso, deberás tener en cuenta el Impuesto sobre la Propiedad. Conocido como IMU (Imposta Municipale Unica), se aplica a las propiedades inmobiliarias y se gestiona a nivel local. Aunque las residencias principales suelen estar exentas, hay excepciones, como las propiedades de lujo.
El IMU se calcula en función del valor catastral del inmueble, que a menudo es inferior al precio de mercado. Esto hace que, aunque sea un gasto recurrente, sea algo más accesible que en otros países europeos con sistemas similares. Por ejemplo, aunque este impuesto en España también se calcula sobre el valor catastral del inmueble, las tasas son más altas, suelen oscilar entre el 0,4 % y el 1,1 %.
¿Cuánto se paga de IMU en Italia?
La tasa del IMU oscila entre el 0,4 % y el 0,76 % del valor catastral. Depende de la región o municipio. Como cada localidad tiene el poder de ajustar el porcentaje dentro de estos límites, el coste puede variar de forma significativa según la ubicación de la propiedad.
Imaginemos que compras una segunda vivienda en Roma con un valor catastral de 300.000 euros. Si el municipio establece la tasa en un 0,6 %, pagarías un impuesto anual de 1.800 euros. En cambio, si compras una propiedad similar en una pequeña localidad de la Toscana, donde la tasa es del 0,4 %, el impuesto sería de 1.200 euros.
6. Otros impuestos para personas físicas importantes en Italia
Además de los anteriores, hay otros tributos que pueden afectar a tu economía si decides mudarte a Italia:
- Impuesto sobre sucesiones y donaciones: aplica a herencias y transferencias de bienes, con tasas que oscilan entre el 4 % y el 8 % (depende del grado de parentesco).
- Tasas locales y regionales: los ayuntamientos pueden aplicar tasas adicionales para financiar servicios locales, como recolección de basura o transporte público.
- Impuesto sobre ingresos financieros: los intereses, dividendos y ganancias de capital están gravados con una tasa fija del 26 %.
- Tasa por licencia de televisión (Canone RAI): aunque no es un impuesto al uso, es obligatorio para todas las personas físicas que tengan una tele. La tasa anual es fija, de 90 euros al año. Se utiliza para financiar la televisión pública italiana (RAI). Suele ir incluido en la factura de electricidad.
Impuestos para personas jurídicas o empresas en Italia
¿Te interesa el sistema tributario italiano pero para emprender? El país de la bota no tiene fama de ser demasiado indulgente con las empresas. Aun así, sus tasas impositivas para empresas se sitúan en la media global y operar en él tiene ventajas significativas: acceso a un mercado de más de 60 millones de consumidores, infraestructuras avanzadas y un tejido empresarial lleno de posibilidades. Conocer a fondo los impuestos que deberás pagar te ayudará a aprovechar al máximo estas oportunidades y a tomar decisiones estratégicas para tu negocio. Veamos los más destacados:
1. Impuesto sobre sociedades (IRES)
El Impuesto sobre Sociedades, conocido como IRES, es el tributo más relevante para las empresas en Italia. Se aplica sobre los beneficios netos. Es decir, la cantidad que queda después de deducir todos los gastos operativos, salarios y otros costes relacionados con la actividad empresarial.
La tasa estándar del IRES es del 24 %. Algo por debajo de países como Alemania, donde puede superar el 30 %. Eso sí, está por encima de destinos más competitivos en cuestión de impuestos, como Irlanda, que ofrece un atractivo 12,5 %.
¿Cómo se calcula?
Imaginemos que tu empresa tiene unos beneficios netos anuales de 500.000 euros. El cálculo del IRES sería:
- 24 % sobre 500.000 euros: 120.000 euros.
2. Impuesto regional sobre actividades productivas (IRAP)
El IRAP (Imposta Regionale sulle Attività Produttive) es un impuesto específico de Italia que se aplica a la actividad económica de las empresas. Financia los servicios de salud en las regiones.
Tasas del IRAP:
- Tasa base del 3,9 % sobre el valor agregado neto (no sobre los beneficios).
- Las regiones tienen libertad para ajustar la tasa hasta un 1 % adicional o aplicar exenciones concretas.
El IRAP no se aplica sobre los beneficios, se hace sobre el valor añadido que genera la empresa. Esto incluye los ingresos menos los costes de bienes y servicios adquiridos. Sin embargo, excluye los gastos relacionados con los empleados y la financiación.
Ejemplo práctico:
Una empresa que genera un valor agregado de 500.000 euros en una región con una tasa del 4 %:
- 4 % de 500.000 euros = 20.000 euros de IRAP.
3. Impuesto al Valor Añadido (IVA)
Las empresas en Italia están obligadas a gestionar el Impuesto al Valor Añadido (IVA), que se aplica a la venta de bienes y servicios. Aunque el consumidor final asume este coste, las empresas actúan como intermediarias recaudadoras. Se aplican diferentes tasas según el producto o servicio:
- 22 %: tasa estándar (productos tecnológicos, ropa, servicios generales).
- 10 %: tasa reducida (hostelería, transporte de pasajeros).
- 5 % y 4 %: aplicadas a productos básicos como alimentos, libros y medicamentos esenciales.
Las empresas pueden deducir el IVA soportado en la compra de bienes o servicios relacionados con su actividad. Esto reduce el importe que deben transferir al Estado.
Imaginemos que tienes una empresa y vendes un producto por 10.000 euros con IVA del 22 %. El cliente paga 12.200 euros. Si la empresa adquirió ese producto por 6.000 euros más IVA (7.320 euros):
- IVA recaudado al cliente: 2.200 euros.
- IVA soportado por la empresa: 1.320 euros.
- IVA a transferir al Estado: 880 euros.
4. Contribuciones sociales empresariales
Si tu empresa tiene empleados, además de los salarios tendrás que considerar las contribuciones sociales. Estas contribuciones no solo representan una obligación fiscal, también financian servicios esenciales como pensiones, sanidad pública y seguros de desempleo y accidentes laborales. En otras palabras, son una inversión en el bienestar de los trabajadores y en la estabilidad social del país.
¿Cuánto tendrás que pagar? Oscilan entre el 30 % y el 35 % del salario bruto del empleado. Este porcentaje varía según el sector de actividad y la ubicación de la empresa. Algunas regiones aplican incentivos específicos para reducir estos costes en sectores estratégicos o zonas menos desarrolladas.
Por ejemplo, si contratas a un empleado con un salario bruto de 2.000 euros al mes, las contribuciones sociales empresariales podrían estar entre 600 y 700 euros mensuales. Esto cubriría aspectos como:
- Pensiones: financiación del sistema público de jubilación.
- Sanidad: acceso a la sanidad pública italiana, considerada una de las mejores de Europa.
- Seguros de desempleo y riesgos laborales: para proteger a los trabajadores en caso de despido o accidentes laborales.
Italia no es única en este sentido. Este impuesto en Francia puede superar el 45 % del salario bruto.
Beneficios tributarios en Italia
A pesar de su fama como país en el que la presión fiscal es alta, Italia cuenta con una serie de beneficios tributarios diseñados para atraer tanto a nuevos residentes como a empresas extranjeras. Estos incentivos buscan estimular la inversión, fomentar la creación de empleo y dinamizar áreas estratégicas. Si estás pensando en mudarte o iniciar un negocio en Italia, conocer estas ventajas puede ayudarte a optimizar tu carga fiscal y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el país de la bota.
Principales beneficios fiscales en Italia:
- Régimen fiscal para expatriados: los trabajadores extranjeros que se mudan a Italia pueden disfrutar de una exención de hasta el 70 % de sus ingresos durante los primeros cinco años de residencia. Este porcentaje puede aumentar al 90 % si te trasladas a una región del sur de Italia como Sicilia o Calabria.
- Incentivos para emprendedores: las startups y empresas innovadoras pueden beneficiarse de exenciones parciales en el Impuesto Regional sobre Actividades Productivas (IRAP) y en las contribuciones sociales durante los primeros años de actividad.
- Deducciones por inversión inmobiliaria: si inviertes en bienes inmuebles para alquiler residencial bajo ciertos programas como el “Plan Pinel italiano”, puedes acceder a deducciones significativas en tu declaración de la renta.
- Zonas Económicas Especiales (ZES): las empresas que operan en regiones menos desarrolladas, como el sur de Italia, pueden beneficiarse de una reducción en el Impuesto sobre Sociedades (IRES) y de exenciones en algunos tributos locales.
- Créditos fiscales para I+D: las empresas que invierten en investigación y desarrollo tienen acceso a créditos fiscales que pueden cubrir hasta el 50 % de los gastos relacionados con estas actividades.
- Beneficios para jubilados extranjeros: si te jubilas en Italia y decides residir en pequeñas localidades del sur, puedes disfrutar de un tipo impositivo reducido del 7 % sobre tus ingresos durante los primeros diez años.
Como ves, a pesar de que los impuestos en Italia pueden resultar algo elevados, su sistema fiscal también ofrece incentivos fiscales para expatriados y empresas pueden aliviar bastante la carga. Si estás considerando mudarte o invertir en Italia, es importante estudiar a fondo sus beneficios fiscales y obligaciones antes de tomar ninguna decisión. No dudes en consultar con un experto que estudie tu caso y te ayude a adaptar tu estrategia tributaria y optimizar tus finanzas. ¡Y no olvides contratar tu eSIM de Holafly para preguntarle dudas una vez llegues!
Preguntas frecuentes sobre los impuestos en Italia
¿Cuándo se hace la declaración de impuestos en Italia?
En Italia, la declaración de impuestos se realiza de forma anual. Por lo general, las personas físicas deben presentarla entre mayo y junio (depende de si se hace de manera presencial u online). Las fechas específicas suelen anunciarse cada año por la Agenzia delle Entrate, el organismo fiscal italiano. Presentarla a tiempo es crucial para evitar sanciones.
¿Qué ocurre si no cumplo con mis obligaciones fiscales en Italia?
Si no estás al día con tus impuestos en Italia, podrías enfrentarte a multas que varían según el grado de incumplimiento. Los recargos por retraso suelen ser del 30 % del importe adeudado, más intereses diarios. En casos graves, podrían iniciarse procedimientos legales, lo que puede derivar en embargos o restricciones. Es fundamental estar al corriente para evitar complicaciones financieras.
¿Cuál es la diferencia entre ser residente fiscal y no residente en Italia?
La residencia fiscal determina cómo tributas en Italia. Los residentes fiscales, aquellos que pasan más de 183 días al año en el país o tienen su centro de intereses económicos allí, deben declarar sus ingresos globales. Por otro lado, los no residentes solo tributan por los ingresos obtenidos dentro del territorio italiano, aunque pueden estar sujetos a tasas más altas en ciertos casos.
¿Qué impuestos debe pagar un nómada digital que trabaje en Italia?
Si trabajas de manera remota para una empresa extranjera y no generas ingresos en Italia, es posible que no tengas que pagar impuestos locales. Sin embargo, si te conviertes en residente fiscal o realizas actividades económicas en el país, deberás cumplir con las obligaciones tributarias italianas. Investiga opciones como la visa para nómadas digitales en Italia, que podría facilitar tu situación legal y fiscal.
¿Qué incentivos fiscales ofrece Italia para expatriados?
Italia tiene un programa atractivo llamado “Régimen de Expatriados” (Regime Impatriati), que permite a los nuevos residentes fiscales tributar solo por un 30 % de sus ingresos durante los primeros cinco años. El porcentaje de este impuesto en Italia para extranjeros, puede reducirse al 10 % en ciertas regiones del sur del país.
¿Cómo afectan los impuestos a la compra de una propiedad en Italia?
Al adquirir una propiedad en Italia, estarás sujeto a impuestos como el Impuesto de Registro (2 % para la primera vivienda o 9 % para segundas propiedades) y el IVA si compras de una constructora (4 %, 10 % o 22 %, según el tipo de inmueble). Además, deberás pagar el IMU (Imposta Municipale Unica) si la propiedad no es tu residencia principal.
¿Qué bancos en Italia son recomendables para gestionar finanzas y cumplir con obligaciones fiscales?
En Italia, los mejores bancos para extranjeros o locales, como UniCredit, Intesa Sanpaolo y BNL, ofrecen cuentas diseñadas para autónomos y expatriados. Estas cuentas incluyen herramientas de gestión financiera, como la emisión de facturas electrónicas y el pago automático de impuestos. Además, muchos de estos bancos ofrecen servicios para manejar transferencias internacionales, ideales para quienes trabajan con varias divisas.
¿Puedo ahorrar en mis impuestos si vivo y trabajo en Italia?
Sí, Italia ofrece deducciones fiscales para familias, alquiler de vivienda, y educación. También permite desgravaciones por inversiones en energías renovables y restauración de propiedades históricas. Aprovechar estos incentivos puede reducir considerablemente tu carga fiscal.