¿Qué impuestos deben pagar los extranjeros en España?

Calidad de vida, buen tiempo e infinidad de rincones interesantes que descubrir. No hay duda de que España es un destino muy apetecible para cualquiera. Pero, antes de plantearte mudarte definitivamente o decidirte a invertir, ¿sabes que impuestos deben pagar los extranjeros en España? ¿Existen beneficios fiscales para aquellos que desarrollan algún tipo de actividad económica en el país?

En este artículo te vamos a desgranar, paso a paso, los impuestos que deben pagar los extranjeros al mudarse a ciudades como Madrid o Mallorca. También lo que dice el sistema fiscal sobre tener propiedades en el país, invertir, abrir negocios o los beneficios y exenciones de los que se pueden aprovechar residentes y no residentes. Allá vamos.

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Tipos de extranjeros en España 

Antes de hablar de impuestos, ¿sabes en qué categoría encajarías como extranjero en España? Tener claro esto es clave para saber cómo se calculan tus impuestos y a qué obligaciones fiscales debes hacer frente. Es algo que influye de forma directa y conocer la distinción entre los diferentes tipos de extranjeros te permitirá entender mejor tu situación y planificar tus finanzas de una manera más eficiente.

Personas

Desde el punto de vista fiscal, los extranjeros en España se dividen en dos grupos: residentes fiscales y no residentes. Las diferencias entre ambos son claves para entender cómo tributan sus ingresos y propiedades. Cada grupo tiene derechos y deberes específicos que es necesario conocer si quieres evitar sorpresas en el futuro.

• Residente fiscal: si vives en España más de 183 días al año, eres considerado residente fiscal. También entras en esta categoría si tu actividad económica principal se desarrolla en el país, aunque pases menos tiempo en él. Como residente fiscal, tributarás por tus ingresos globales, da igual dónde se generen. Esto significa que si tienes ingresos en otros países, también deberás declararlos en España.
• No residente fiscal: en el caso de que vivas fuera de España más de seis meses al año y tus actividades económicas principales no estén en el país, eres un no residente fiscal. En este caso, solo pagarás impuestos por los ingresos generados en España, como rentas o actividades económicas locales. Las personas no residentes tributan bajo el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR), que tiene una tasa general del 24 %, aunque esta puede reducirse al 19 % para ciudadanos de la Unión Europea. Hablaremos de eso más adelante.

Empresas o propiedades

Por otra parte, están las empresas o los extranjeros que tienen propiedades en España, sus obligaciones fiscales son diferentes a las de las personas físicas. Las normativas varían según el tipo de negocio o inmueble del que hablemos.

• Empresas: si eres propietario o socio de una empresa en España, esta tributará bajo el Impuesto sobre Sociedades. Este impuesto grava los beneficios generados por la actividad empresarial, con una tasa general del 25 %. Las pequeñas empresas pueden beneficiarse de una tasa reducida del 15 % en los primeros dos años de actividad si cumplen con ciertos requisitos.
• Propiedades: los extranjeros que tienen propiedades en España están sujetos al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Este es un impuesto municipal que se paga cada año y se calcula según el valor catastral de la propiedad. Además, si el valor de tu patrimonio (incluidas propiedades y otros activos en España) supera los 700.000 euros (757.855 dólares), deberás pagar el Impuesto sobre el Patrimonio, cuyas tasas varían entre el 0,2 % y el 2,5 % dependiendo del valor total.

Impuestos para personas físicas extranjeras en España

Una vez conocemos los diferentes tipos de extranjeros que hay en España, entremos en materia. Como persona física que quiere estar al día de sus obligaciones fiscales en España, hay varios tipos de impuestos que debes conocer. En general, hay dos variables que influirán directamente en tus impuestos: tu estatus como residente fiscal o no residente y el tipo de ingresos que percibas. Además de explicarte los impuestos en detalle, vamos a poner ejemplos para que sea más fácil entenderlo.

Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
Para los residentes fiscales en España, el IRPF es el impuesto más importante. Este grava todos tus ingresos a nivel mundial, lo que significa que tendrás que declarar tanto los ingresos obtenidos en España como en otros países. El IRPF es un impuesto progresivo, esto quiere decir que el porcentaje a pagar aumentará en función de tus ingresos. Las tarifas actuales oscilan entre el 19 % y el 47 %, según los tramos de renta.

Ejemplo: una persona con ingresos anuales de 40.000 euros (43.306 dólares), estaría en un tramo impositivo del 30 %, lo que significa que una parte de sus ingresos estaría sujeta a ese porcentaje de impuestos.

Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR)
Si eres un no residente fiscal, solo tributarás por los ingresos obtenidos en España a través del IRNR. Este impuesto se aplica a las rentas generadas por actividades como alquileres de inmuebles, trabajo temporal o inversiones en el país. La tasa general es del 24 % para no residentes, pero si eres ciudadano de la Unión Europea, puedes beneficiarte de una tasa reducida del 19 %.

Ejemplo: pongamos que alquilas una propiedad en España y generas unos ingresos de 10.000 euros (10.826 dólares) al año, deberás pagar 2.400 euros (2.598 dólares), el 24 %, en concepto de IRNR. A menos que seas de la UE, en cuyo caso pagarías 1.900 euros (20.570 dólares) , el 19 %.

Impuesto sobre el Patrimonio
Este impuesto se aplica a aquellos que tienen un patrimonio neto en España superior a 700.000 euros (757.855 dólares). Si tu patrimonio, incluyendo propiedades, inversiones y otros activos, supera esta cifra, deberás tributar por el exceso. Las tarifas varían entre el 0,2 % y el 2,5 % dependiendo del valor total de tus activos.

Ejemplo: alguien que posee un patrimonio valorado en 1.000.000 euros (1.082.650 dólares) tendrá que pagar un 0,2 % por los primeros 300.000 euros (324.795 dólares) que exceden el límite de 700.000 euros (757.855 dólares). Esto equivale a 600 euros en concepto de Impuesto sobre el Patrimonio.

Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Si recibes una herencia o donación en España, también estarás sujeto a este impuesto. La cantidad a pagar dependerá de varios factores, como el valor del bien heredado o donado y la relación que tengas con el donante o fallecido. Los familiares directos suelen disfrutar de reducciones significativas, mientras que los herederos o receptores lejanos pagan más.

Beneficios fiscales o tributarios para personas extranjeras en España

España ofrece varios incentivos fiscales destinados a atraer a personas extranjeras que deseen trabajar o invertir en el país. Vamos a ver algunos de los beneficios más relevantes a los que puedes optar como persona extranjera.

Régimen Especial de Impatriados (Ley Beckham)
Este régimen permite a los extranjeros que se trasladen a España para trabajar tributar solo por los ingresos generados en el país, en lugar de tener que declarar su renta mundial, como ocurre con los residentes fiscales normales. Además, se aplica una tarifa plana del 24 % sobre los primeros 600.000 euros (649.590 dólares) de ingresos anuales, lo que representa una ventaja fiscal considerable para aquellos con altos salarios. Para las rentas que superan los 600.000 euros, la tarifa sube al 47 %. Este beneficio está disponible durante los primeros seis años de residencia en España. ¡Ojo! Hay varios requisitos que deberás cumplir para disfrutar de este régimen especial: no haber sido residente fiscal en España en los últimos diez años y trabajar para una empresa española o tener un contrato que lo justifique.

Ejemplo: si te trasladas a España para trabajar con un salario de 200.000 euros (216.530 dólares) anuales, tributarás a un tipo fijo del 24 %. Mucho más ventajoso que los tramos del IRPF, que aumentarían de forma significativa tu tasa impositiva.

Deducciones por doble imposición
Si tributas en España pero también en otro país, podrías beneficiarte de deducciones por doble imposición. Esto significa que, en muchos casos, podrás evitar pagar impuestos dos veces por los mismos ingresos. España tiene convenios fiscales con numerosos países para evitar este tipo de situaciones, lo que puede suponer un gran alivio para quienes tienen fuentes de ingresos en el extranjero.

Exenciones por trabajos realizados en el extranjero
Los residentes fiscales en España que trabajen de forma temporal en el extranjero pueden beneficiarse de exenciones fiscales en algunos casos. Según la normativa vigente, los ingresos generados por trabajos realizados fuera de España no estarán sujetos a impuestos en el país, siempre que el tiempo trabajado en el extranjero no supere los 183 días al año y que el país donde se presta el servicio no sea considerado un paraíso fiscal.

Incentivos fiscales para inversores extranjeros
Aquellos que decidan invertir en España, podrían tener acceso a deducciones fiscales en algunos sectores estratégicos, como la innovación, la investigación o el desarrollo tecnológico. Además, existen incentivos fiscales para quienes compran propiedades en áreas en desarrollo o con programas de revitalización urbana, algo que puede reducir bastante el coste final de la inversión.

Impuestos para propiedades o empresas extranjeras en España

¿Tienes una propiedad en España o piensas en adquirir una? ¿Estás pensando en montar una empresa en Barcelona, Andalucía o Baleares? En ese caso, debes saber, que los impuestos son muy diferentes a los que deben hacer frente las personas físicas. España tiene un marco impositivo específico tanto para propietarios de bienes inmuebles como para empresas extranjeras que operan en el país. Al igual que hicimos al hablar de los impuestos aplicables a personas, pongamos algunos ejemplos para entender mejor los detalles.

Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
El IBI es un impuesto municipal que grava la propiedad de bienes inmuebles en España, da igual si estás utilizando la propiedad como residencia, como oficina o si la tienes alquilada. Este impuesto lo paga todo propietario, sin importar si es residente o no. El importe a abonar depende del valor catastral de la propiedad, que varía según la ubicación y características del inmueble.

Ejemplo: pongamos que tienes una propiedad valorada en 500.000 euros (541.325 dólares) en Madrid, podrías pagar una tasa que oscila entre el 0,4 % y el 1,1 % del valor catastral. Si el valor catastral es de 200.000 euros (216.530 dólares), tu IBI anual podría rondar los 800-2.200 euros (866-2.381 dólares).

Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Plusvalía Municipal)
Si vendes una propiedad en España, estarás sujeto a la Plusvalía Municipal. Este impuesto grava el incremento del valor del terreno desde el momento en que adquiriste la propiedad hasta el momento de la venta. El porcentaje a pagar depende del valor catastral del terreno y del tiempo que hayas sido propietario del inmueble.

Ejemplo: vendes una propiedad que adquiriste hace 10 años, su valor catastral ha aumentado de forma considerable. En ese caso, podrías tener que pagar un porcentaje significativo sobre ese incremento de valor. Si el valor ha subido 50.000 euros (54.132 dólares) en ese periodo, la Plusvalía podría rondar el 20 %, es decir, unos 10.000 euros (10.826 dólares).

Impuesto sobre Sociedades
Las empresas extranjeras que operan en España están sujetas al Impuesto sobre Sociedades. La tasa general para este impuesto es del 25 %, aunque existen incentivos y reducciones para pequeñas y medianas empresas (pymes) y startups.

Ejemplo: vamos a suponer que tu empresa genera un beneficio de 100.000 euros (10.8265 dólares) en España. En ese caso estarías obligado a pagar 25.000 euros (27.066 dólares) en concepto de Impuesto sobre Sociedades. Sin embargo, si tu empresa es nueva o pequeña, podrías beneficiarte de una tasa reducida del 15 % durante los primeros dos años, lo que significa pagar solo 15.000 euros (16.239 dólares) en impuestos.

Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE)
El IAE es otro impuesto aplicable a las empresas extranjeras que realizan actividades comerciales en España. Este impuesto se paga cada año y su cuantía depende del tipo de actividad económica y de la localización de la empresa.

Ejemplo: si diriges una empresa tecnológica en Barcelona, la cantidad a pagar en IAE variará según el tamaño de tu empresa, pero podrías estar pagando entre 600 y 2.000 euros (649-2.165 dólares) anuales por este concepto.

Beneficios fiscales o tributarios para empresas extranjeras en España

Si estás leyendo esto porque piensas montar una empresa, te gustará saber que, como para las personas físicas, España también cuenta con varios incentivos fiscales dirigidos a empresas extranjeras que buscan invertir o establecerse en el país. Estos beneficios tienen como objetivo atraer capital extranjero y fomentar el desarrollo empresarial en áreas clave de la economía.

Deducciones por inversión en I+D+i
Las empresas extranjeras que inviertan en investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i) en España pueden beneficiarse de deducciones fiscales. Estas deducciones pueden ser de hasta el 42 % del gasto destinado a proyectos de innovación, lo que supone una reducción significativa de la carga fiscal para empresas tecnológicas o industriales que apuesten por la innovación.

Ejemplo: pongamos que inviertes 100.000 euros (10.8265 dólares) en un proyecto de I+D en España. En ese caso, podrías deducir hasta 42.000 euros (45.471 dólares) en tu declaración de impuestos, lo que reduce de forma considerable el impuesto sobre sociedades a pagar.

Régimen fiscal de Zonas Francas
Las empresas que operan en zonas francas de España pueden beneficiarse de una reducción de impuestos sobre el valor añadido (IVA) y de exenciones aduaneras. Las zonas francas son áreas designadas donde las empresas pueden almacenar, manufacturar y exportar productos sin tener que pagar aranceles hasta que los bienes salgan de la zona.

Ejemplo: si tu empresa importa maquinaria a una zona franca en Cádiz para luego exportarla a otro país, no tendrás que pagar aranceles ni IVA, lo que facilita la logística y reduce los costes operativos.

Incentivos para startups y pymes
España tiene un sistema fiscal favorable para startups y pymes extranjeras que decidan establecerse en el país. Entre los beneficios más destacados está la tasa reducida del 15 % en el Impuesto sobre Sociedades durante los primeros dos años de actividad. Además, existen facilidades en el acceso a financiación pública y subvenciones para empresas que apuesten por la digitalización y el crecimiento sostenible.

Ejemplo: eres el fundador de una startup en Madrid. Durante los dos primeros años de actividad, pagarías solo el 15 % sobre los beneficios. Esto te permitiría reinvertir más en el crecimiento de la empresa.

Impuestos por inversiones extranjeras en la bolsa de España

Invertir en el mercado bursátil español como extranjero también implica ciertos compromisos fiscales. Estos son los principales impuestos a tener en cuenta si decides invertir en acciones, bonos o cualquier otro producto financiero en España.

Impuesto sobre las Ganancias Patrimoniales
Las ganancias obtenidas de la venta de acciones o cualquier otro activo financiero están sujetas a impuestos en España. Este impuesto se aplica a las ganancias obtenidas, es decir, la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta del activo. Las tarifas varían en función de la cantidad de la ganancia, con tipos impositivos que oscilan entre el 19 % y el 26 %.

Ejemplo: pongamos que compras acciones de una empresa española por 10.000 euros (10.826 dólares) y las vendes por 15.000 euros (16.239 dólares). Habrás obtenido una ganancia de 5.000 euros (5.413 dólares). En este caso, pagarías un 19 % sobre los primeros 6.000 euros (6.495 dólares) de ganancia, es decir, 950 euros (1.028 dólares) en impuestos.

Impuesto sobre el Rendimiento del Capital Mobiliario
Este impuesto grava los dividendos, intereses y otros rendimientos obtenidos de las inversiones financieras en España. El tipo impositivo varía según la cantidad de ingresos generados, con tasas que van desde el 19 % hasta el 26 %.

Ejemplo: si inviertes en bonos del gobierno español y recibes 2.000 euros (2.165 dólares) en intereses anuales, pagarías un 19 % sobre ese rendimiento, lo que se traduce en 380 euros (411 dólares) en impuestos.

Convenios para evitar la doble imposición
España tiene acuerdos fiscales con numerosos países para evitar que los extranjeros paguen impuestos dos veces por las mismas ganancias. Si eres residente en un país con el que España tiene un convenio, podrías beneficiarte de deducciones fiscales y evitar pagar el mismo impuesto tanto en España como en tu país de residencia. Por ejemplo, si vivieses en Francia y tuvieses inversiones en la bolsa española, podrías utilizar el convenio fiscal entre ambos países para deducir parte de los impuestos pagados en España en tu declaración de Francia.

Preguntas frecuentes sobre los impuestos para extranjeros en España

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