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¿Qué impuestos deben pagar los extranjeros en Australia?

Te contamos todo sobre los impuestos en Australia para extranjeros: para personas físicas y jurídicas. ¡También los beneficios fiscales!

Ana Mármol

Updated: diciembre 3, 2024

Seguro que si te decimos que los impuestos de un país influyen de forma muy directa en el poder adquisitivo de sus ciudadanos no te estamos contando nada nuevo. Determinan qué porcentaje de su sueldo podrán destinar a ahorros, si podrán comprarse una propiedad y hasta la calidad de los productos de su cesta de la compra. Además de la eficiencia de los servicios públicos, claro. A pesar de que poca gente elige su residencia o el lugar en el que abrir una empresa en base al sistema tributario, es una de las cosas más importantes en las que pararse a pensar antes de hacer las maletas. Por eso, hoy queremos hablarte sobre los impuestos en Australia para extranjeros.

Conociéndolos, podrás saber qué obligaciones fiscales tendrás cuando llegues y si te conviene tener propiedades en el país, invertir o abrir una empresa. ¡También todos los beneficios y exenciones fiscales a los que podrás atenerte! Acompáñanos para descubrir si el país de los canguros y las oportunidades es para ti.

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Tipos de extranjeros en Australia

Antes de entrar en detalles sobre los impuestos, ¿sabes qué tipo de extranjero eres? Es esencial que identifiques en qué categoría encajas. No solo determina tus obligaciones fiscales, también las tarifas aplicables y los beneficios a los que podrías tener derecho. Conocer estas distinciones te permitirá gestionar mejor tu patrimonio y tus responsabilidades legales en el país. En Australia, como en el resto del mundo, existen dos grandes categorías de extranjeros desde el punto de vista fiscal: personas físicas y empresas o propiedades.

tipos extranjeros Australia
Tipos de impuestos para extranjeros en Australia @shutterstock

Personas

Una persona física, para que nos entendamos, es una persona con nombres y apellidos. Alguien que tiene ingresos, trabaja, tiene propiedades (o alquila) y realiza actividades que tienen obligaciones fiscales. No hablamos de empresas ni organizaciones, sino de individuos que, según su situación en Australia como residentes o no residentes, tienen ciertas obligaciones y tarifas aplicables. Los extranjeros que se establecen en el país tienen diferentes objetivos y circunstancias personales que definen sus necesidades y responsabilidades fiscales. Hablamos de:

  • Profesionales cualificados: son trabajadores que llegan al país para cubrir puestos en sectores clave como la minería, la ingeniería, la tecnología, la salud o la educación. Ciudades como Sídney, Melbourne y Perth son los destinos favoritos en Australia para este grupo, pues ofrecen más oportunidades y calidad de vida.
  • Estudiantes internacionales: con universidades como la de Melbourne o Sídney entre las mejores del mundo, Australia es un destino atractivo para jóvenes que buscan formación de calidad. Además, muchos eligen este país para perfeccionar su inglés mientras trabajan de manera parcial.
  • Familias expatriadas: muchas familias deciden mudarse a Australia para disfrutar de la estabilidad económica, la calidad de vida y el acceso a servicios públicos avanzados como la sanidad y la educación. Las ciudades costeras son las más populares entre los expatriados que buscan un entorno seguro para sus hijos.
  • Jubilados: aunque no es un destino tan popular como Europa para retirarse, Australia también atrae a algunos jubilados extranjeros que buscan disfrutar de un clima cálido, un entorno seguro y servicios de salud de primer nivel.

Empresas o propiedades

Por otra parte, están las empresas o propiedades. No hablamos de individuos, sino de activos y entidades legales que tienen una identidad propia y generan valor económico en Australia. Tanto las empresas como las propiedades tienen obligaciones fiscales distintas a las de las personas físicas. Entender cómo se tributan estas categorías es esencial para gestionar correctamente tus responsabilidades fiscales como extranjero. ¿Qué tipos de empresas y propiedades encontramos en este país?

  • Filiales de multinacionales: muchas grandes compañías eligen establecer oficinas o sucursales en Australia para aprovechar su conexión con el mercado asiático y su sólida economía local. Este tipo de empresas suele operar en sectores como la minería, las finanzas y la tecnología.
  • Startups y pequeñas empresas: Australia es un país que apoya la innovación. Existen programas como el Business Innovation and Investment Program para atraer a emprendedores internacionales que desean desarrollar proyectos en tecnología, energías renovables o salud.
  • Inversiones inmobiliarias: las propiedades en ciudades como Sídney, Melbourne o Brisbane son muy demandadas por extranjeros que buscan segundas residencias o invierten en el mercado del alquiler, que es especialmente activo en estas zonas.
  • Proyectos agrícolas y rurales: regiones como Queensland o Tasmania son destinos ideales para quienes buscan invertir en agricultura, cría de ganado o producción de alimentos. Estas zonas también ofrecen oportunidades en turismo rural, con fincas y granjas convertidas en alojamientos únicos para turistas.

Impuestos para personas físicas extranjeras en Australia

Ahora que tenemos claras las diferencias entre personas físicas y jurídicas, ya podemos entrar en detalle. Empecemos por los impuestos que deberán pagar las personas que se muden a Australia. Como supondrás, porque es igual en casi todo el mundo, pagarás dependiendo de tu estatus fiscal (residente o no residente) y del tipo de ingresos que generes. Veamos cuáles son los más relevantes en Australia. Como es un tema complejo si no estás familiarizado con los términos, pondremos ejemplos de cada uno para que quede todo más claro.

Los impuestos para extranjeros en Australia que pagarán las personas físicas
Impuestos para extranjeros en Australia, personas físicas @shutterstock

1. Impuesto sobre la renta (Income Tax)

El impuesto sobre la renta es el más relevante para cualquier persona física en Australia. Se aplica a los ingresos que provienen de salarios, alquileres, inversiones y otras actividades económicas. Las reglas varían según tu estatus fiscal:

  • Residentes fiscales: tributan por todos sus ingresos globales. Es decir, los generados en Australia y también los generados en otros países. Las tasas son progresivas y dependen de tus ingresos anuales:
    • Hasta 18.200 dólares australianos (11.800 dólares): exentos.
    • Entre 18.201 y 45.000 dólares australianos (11.801 y 29.200 dólares): 19 %.
    • Entre 45.001 y 120.000 dólares australianos (29.201 y 78.000 dólares): 32,5 %.
    • Entre 120.001 y 180.000 dólares australianos (78.001 y 117.000 dólares): 37 %.
    • Más de 180.000 dólares australianos (117.000 dólares): 45 %.
    • Además, se aplica un gravamen del 2 % para Medicare, el sistema de salud público de Australia (para entender su sistema sanitario, no te pierdas nuestra guía sobre seguros médicos para extranjeros en Australia).
    • Ejemplo: si eres residente fiscal y ganas 70.000 dólares australianos (45.500 dólares) al año, pagarás un 19 % sobre los primeros 45.000 dólares australianos y un 32,5 % por los 25.000 dólares australianos restantes. Esto equivale a unos 14.697 dólares australianos (9.550 dólares) en impuestos.
  • No residentes fiscales: tributan solo por los ingresos generados en Australia y no pueden beneficiarse del tramo libre de impuestos. Las tasas son más altas:
    • Hasta 120.000 dólares australianos (78.000 dólares): 32,5 %.
    • Entre 120.001 y 180.000 dólares australianos (78.001 y 117.000 dólares): 37 %.
    • Más de 180.000 dólares australianos (117.000 dólares): 45 %.
    • Ejemplo: un no residente que trabaja temporalmente en Australia y gana 90.000 dólares australianos (58.500 dólares) pagará 32,5 %, lo que equivale a 29.250 dólares australianos (19.012 dólares).

2. Impuesto sobre bienes y servicios (Goods and Services Tax – GST)

El GST es un impuesto del 10 % que se aplica a la mayoría de bienes y servicios en Australia. Aunque lo pagan directamente las empresas, los consumidores lo asumen en el precio final de sus compras. Algunos productos básicos, como alimentos esenciales, servicios médicos y educativos, están exentos de este impuesto.

3. Impuesto sobre ganancias de capital (Capital Gains Tax – CGT)

El CGT se aplica a las ganancias obtenidas por la venta de activos. Es decir, tendrás que pagarlo si vendes propiedades, acciones o inversiones. Las reglas son distintas para residentes y no residentes:

  • Residentes fiscales: tributan por las ganancias de capital generadas en cualquier lugar del mundo. Además, pueden beneficiarse de un descuento del 50 % si mantienen el activo durante más de 12 meses antes de venderlo.
  • No residentes fiscales: tributan solo por las ganancias obtenidas de activos ubicados en Australia y no tienen acceso al descuento del 50 %.
  • Ejemplo: si compras una propiedad por 500.000 dólares australianos (325.000 dólares) y la vendes por 700.000 dólares australianos (455.000 dólares) tras dos años, como residente solo pagarás impuestos sobre la mitad de la ganancia: 100.000 dólares australianos (65.000 dólares).

4. Impuesto sobre el alquiler

Si alquilas una propiedad en Australia, los ingresos generados están sujetos al impuesto sobre la renta. Puedes deducir ciertos gastos relacionados con el mantenimiento de la propiedad, como reparaciones, intereses hipotecarios y tarifas de administración.

  • Ejemplo: si alquilas una propiedad y ganas 25.000 dólares australianos (16.250 dólares) al año, pero tienes 7.000 dólares australianos (4.550 dólares) en gastos deducibles, tributarás sobre 18.000 dólares australianos (11.700 dólares).

Beneficios fiscales o tributarios para personas extranjeras en Australia

Para compensar en tus declaraciones, también podrás atenerte a ciertos beneficios fiscales o tributarios. Veamos los más destacados:

Créditos fiscales por doble imposición

Si pagas impuestos por los mismos ingresos tanto en Australia como en otro país, puedes solicitar un crédito fiscal para evitar la doble tributación. Esto es útil para nómadas digitales que trabajan en remoto desde Australia o que tienen ingresos internacionales.

  • Ejemplo: si pagas impuestos sobre tus ingresos en Canadá mientras trabajas desde Australia, puedes deducir esos pagos de tu declaración australiana.

Tratados fiscales internacionales

Australia tiene acuerdos fiscales con varios países que permiten reducir o eliminar impuestos duplicados. Estos tratados suelen aplicarse a ingresos como dividendos, intereses y regalías.

  • Ejemplo: un ciudadano de Reino Unido que recibe dividendos de una empresa australiana puede beneficiarse de una tasa reducida gracias al tratado fiscal entre ambos países.

Descuentos en el impuesto sobre ganancias de capital

Los residentes fiscales pueden disfrutar de un descuento del 50 % en el CGT si han mantenido el activo por más de un año antes de venderlo. Este beneficio no está disponible para los no residentes.

  • Ejemplo: un residente que venda una inversión con una ganancia de 50.000 dólares australianos (32.500 dólares) solo tributaría sobre 25.000 dólares australianos (16.250 dólares).

Exenciones para estudiantes internacionales

Los estudiantes internacionales que trabajan media jornada en Australia pueden estar exentos de tributar si sus ingresos anuales no superan los 18.200 dólares australianos (11.800 dólares).

Impuestos para propiedades o empresas extranjeras en Australia

¿Lo tenemos? Pasemos entonces a ver las obligaciones fiscales de las propiedades y empresas extranjeras. Si piensas invertir en el país de los canguros, sin duda es una de las cosas a las que más importancia deberás darle. Australia tiene un sistema tributario estructurado para garantizar la contribución de las empresas y propietarios extranjeros al desarrollo económico. Como hicimos al hablar de los impuestos aplicables a personas, pongamos algunos ejemplos para entender mejor los detalles.

Los impuestos para extranjeros en Australia que pagarán las empresas
Impuestos para extranjeros en Australia, empresas y propiedades @shutterstock

1. Impuesto sobre bienes inmuebles (Land Tax)

El impuesto sobre bienes inmuebles se aplica a los propietarios de terrenos y propiedades en Australia. Este impuesto es administrado a nivel estatal y territorial. Esto significa que las tarifas y exenciones varían dependiendo de la ubicación de la propiedad. En muchos estados, los propietarios extranjeros están sujetos a un recargo adicional, conocido como Foreign Ownership Surcharge. Por ejemplo, en Nueva Gales del Sur, los propietarios extranjeros pagan un recargo del 2 % sobre el valor imponible de sus propiedades. En Victoria, este recargo puede llegar al 4 %.

2. Impuesto sobre las ganancias de capital (Capital Gains Tax – CGT)

El CGT se aplica a las ganancias obtenidas por la venta de propiedades o activos comerciales en Australia. Los no residentes fiscales no pueden beneficiarse del descuento del 50 % disponible para residentes fiscales.

  • Ejemplo: si compras un inmueble por 1.000.000 dólares australianos (650.000 dólares) y lo vendes por 1.200.000 dólares australianos (780.000 dólares), la ganancia de 200.000 dólares australianos (130.000 dólares) estará sujeta a las tasas completas de CGT, que pueden llegar al 45 % dependiendo de tus ingresos.

3. Impuesto sobre sociedades (Corporate Tax)

El impuesto sobre sociedades en Australia grava los beneficios obtenidos por empresas locales y extranjeras que operan en el país. Las empresas extranjeras tributan a una tasa general del 30 % sobre sus ingresos obtenidos en Australia. Salvo las pequeñas empresas con ingresos anuales inferiores a 50 millones de dólares australianos (32,5 millones de dólares), que pueden beneficiarse de una tasa reducida del 25 %.

  • Ejemplo: si tu empresa genera beneficios por 500.000 dólares australianos (325.000 dólares), pagarás 150.000 dólares australianos (97.500 dólares) en impuestos si aplicas la tasa general del 30 %.

4. Impuesto sobre bienes y servicios (Goods and Services Tax – GST)

El GST del 10 % se aplica a la mayoría de los bienes y servicios vendidos en Australia. Las empresas extranjeras que superen los 75.000 dólares australianos (48.750 dólares) en ingresos anuales deben registrarse para recaudar y remitir este impuesto.

  • Ejemplo: si tu empresa vende productos por valor de 100.000 dólares australianos (65.000 dólares) al año, deberás remitir 10.000 dólares australianos (6.500 dólares) al ATO como parte del GST.

Beneficios fiscales o tributarios para empresas extranjeras en Australia

Si estás leyendo esto porque piensas montar una empresa, te gustará saber que, como para las personas físicas, para las empresas extranjeras también hay incentivos fiscales en Australia. Es una forma de atraer capital de fuera e impulsar la inversión en sectores clave. Estos beneficios pueden ayudarte a reducir la carga fiscal y mejorar la rentabilidad de tu negocio.

Créditos fiscales para investigación y desarrollo (R&D Tax Incentive)

Australia ofrece un crédito fiscal de hasta el 43,5 % para las empresas que invierten en actividades de investigación y desarrollo (I+D). Este beneficio es una de las herramientas más importantes para fomentar la innovación empresarial en el país y atraer inversiones extranjeras. El porcentaje exacto del crédito depende del tamaño de la empresa y de su facturación anual.

  • Pequeñas empresas (facturación menor a 20 millones de dólares australianos – 13 millones de dólares): reciben un crédito fiscal reembolsable del 43,5 %. Esto significa que incluso si la empresa no tiene beneficios suficientes para pagar impuestos, puede recibir un reembolso en efectivo.
  • Grandes empresas (facturación igual o superior a 20 millones de dólares australianos – 13 millones de dólares): son elegibles para un crédito fiscal no reembolsable del 38,5 %, pero este porcentaje puede aumentar hasta el 46,5 % si la inversión en I+D representa más del 2 % de su facturación anual.

Deducciones por depreciación de activos

Las empresas pueden deducir el coste de sus activos, como maquinaria, tecnología y equipos, a través de esquemas de depreciación acelerada.

  • Depreciación instantánea: las pequeñas y medianas empresas (con facturación inferior a 5.000 millones de dólares australianos – 3.250 millones de dólares) pueden reclamar deducciones inmediatas para activos adquiridos que tengan un valor inferior a 150.000 dólares australianos (97.500 dólares). Esto se aplica a compras realizadas dentro de los plazos establecidos por el gobierno.
  • Depreciación general: para activos de mayor valor, las empresas pueden deducir su coste a lo largo de varios años según el esquema de depreciación general.

Incentivos por inversiones en regiones prioritarias

El gobierno australiano fomenta la inversión en áreas regionales y sectores estratégicos como energía renovable, minería y tecnología mediante deducciones fiscales adicionales.

  • Deducciones ampliadas: Las empresas que invierten en proyectos elegibles pueden reclamar deducciones fiscales más altas que las estándar. Por ejemplo, algunas inversiones en energía renovable pueden deducirse hasta en un 150 % del valor original.

Impuestos por inversiones extranjeras en la bolsa de Australia

¿Estás pensando en invertir en la bolsa australiana? Esto también implica ciertos compromisos fiscales. Las reglas cambian según tu estatus fiscal (residente o no residente) y el tipo de inversión.

  • Impuesto sobre las ganancias de capital (Capital Gains Tax – CGT): si obtienes ganancias al vender acciones, estas estarán sujetas al CGT. Como inversor extranjero, tributarás solo por las ganancias obtenidas en la bolsa australiana y no podrás beneficiarte de descuentos disponibles para residentes fiscales.
  • Retención de impuestos sobre dividendos: los dividendos pagados por empresas australianas están sujetos a un impuesto de retención. La tasa estándar es del 30 %, pero puede reducirse gracias a tratados fiscales con otros países.

Preguntas frecuentes sobre los impuestos para extranjeros en Australia


¿Cómo puedo saber si soy residente fiscal en Australia?


Se te considera residente fiscal en Australia si pasas más de 183 días al año en el país o si tienes tu lugar principal de residencia en Australia. Además, si tu centro de intereses económicos, como empleo o inversiones, está en Australia, también serás considerado residente fiscal. Para obtener una confirmación, puedes usar la herramienta Residency Test del ATO o consultar a un asesor tributario. ¿Recuerda contratar tu eSIM de Holafly para manternerte informado de los cambios en todo momento!


¿Qué impuestos debo pagar como extranjero no residente en Australia?


Los extranjeros no residentes tributan solo por los ingresos generados dentro de Australia. Esto incluye salarios, ingresos por alquileres o ganancias de capital de activos australianos. La tasa mínima de impuesto sobre la renta para no residentes es del 32,5 % desde el primer dólar ganado, sin tramo exento.


¿Puedo deducir gastos laborales en mi declaración de impuestos en Australia?


Sí, los residentes fiscales pueden deducir ciertos gastos relacionados con su empleo, como uniformes, herramientas, desplazamientos laborales y equipos necesarios para realizar su trabajo. Mantén los recibos y registros para respaldar tus deducciones en caso de una auditoría.


¿Puedo beneficiarme de tratados fiscales si invierto en Australia?


Sí, Australia tiene acuerdos fiscales con numerosos países para evitar la doble imposición. Esto puede reducir las tasas aplicables a ingresos como dividendos, intereses y regalías, dependiendo de los términos del tratado entre Australia y tu país de residencia.


¿Qué es el recargo de propiedad extranjera y a quién aplica?


El recargo de propiedad extranjera es un impuesto adicional aplicado a propietarios extranjeros en algunos estados de Australia. Por ejemplo, en Nueva Gales del Sur se cobra un 2 % adicional sobre el valor imponible de las propiedades, mientras que en Victoria esta tasa es del 4 %.