Impuestos en Francia: ¿cuáles son y cuánto debo pagar?
Descubre los entresijos del sistema fiscal francés. Te contamos todo sobre los impuestos en Francia. ¡También las ventajas tributarias!
Residir en Francia suena muy bien. A sus muchos atractivos culturales y su excelente gastronomía se une que es uno de los países con mejores servicios públicos del mundo. Pero, antes de hacer las maletas para disfrutar de su famosísimo savoir-faire, deberás plantearte algo que no viene en las guías de viaje: la carga fiscal a la que te enfrentarás también es una de las más altas de Europa. De primeras puede sonar un poco desalentador. Pero es, precisamente, gracias a los impuestos en Francia que podrás disfrutar de un sólido estado de bienestar, con una sanidad, educación e infraestructuras de calidad.
Si estás pensando en mudarte una temporada a Paris, Lyon o cualquier otra ciudad francesa, este artículo te interesa. Vamos a desgranar, punto por punto, qué impuestos deberás pagar una vez estés allí. También los que tendrías que afrontar si decides montar una empresa y las ventajas fiscales a las que podrías atenerte. ¿Quieres descubrir si mudarte a Francia le conviene a tu economía? Acompáñanos para descubrirlo.
Impuestos para personas físicas o naturales en Francia
Antes de entrar en materia, hablemos de algo que define a Francia: su equilibrio entre derechos y obligaciones. Como decíamos, la República Gala tiene un sistema fiscal robusto que financia uno de los estados de bienestar más completos del mundo. Pero, claro, eso se paga. Tal nivel de servicios tiene un precio y es mejor que lo tengas en cuenta antes de dar el paso definitivo e instalarte en él.
El sistema fiscal francés combina impuestos directos, como el de la renta, con gravámenes indirectos, como el IVA o tasas locales. ¿Cuánto pagarás? Eso dependerá de tus ingresos, el valor de tus propiedades o si decides establecerte de forma permanente. Hagamos un repaso por los principales impuestos que afectan a las personas físicas, así tengas una visión clara de tus obligaciones y de cómo encajan en tu vida en Francia.
1. Impuesto sobre la renta (IRPP)
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPP) es, probablemente, el más relevante para tu economía si decides mudarte a Francia. Este gravamen progresivo se aplica a los ingresos globales de todos los residentes fiscales en el país. Es decir,cuanto más ganes, mayor será el porcentaje que pagarás. Es el pilar del sistema fiscal francés y uno de los que tendrá más peso en tu presupuesto anual.
El IRPP está diseñado con un enfoque en la equidad fiscal. Se busca, con ello asegurarque quienes tienen mayores ingresos contribuyan más a la financiación de los servicios públicos. ¿Cómo se calcula? Por tramos. Para 2024, los tramos y tasas aplicables van así:
- Hasta 11.294 euros: 0% (exento).
- De 11.295 a 28.797 euros: 11%.
- De 28.798 a 82.341 euros: 30%.
- De 82.342 a 177.106 euros: 41%.
- Más de 177.106 euros: 45%.
Veamos un ejemplo práctico, que siempre queda todo más claro. Supongamos que tienes ingresos anuales de 40.000 euros. Así se desglosaría el cálculo del impuesto para ti:
- Primer tramo (0 % sobre 11.294 euros): 0 euros.
- Segundo tramo (11 % sobre 17.503 euros, es decir, 28.797 – 11.294): 1.925,33 euros.
- Tercer tramo (30 % sobre 11.203 euros, es decir, 40.000 – 28.797): 3.360,90 euros.
Total a pagar: 5.286,23 euros.
Además, si tienes dependientes o estás casado, Francia utiliza el sistema de “partes fiscales”, que ajusta el cálculo del impuesto para que pagues menos, en función del número de personas a tu cargo.
2. Impuesto al Valor Añadido (IVA)
Otro impuesto en Francia que afectará de forma directa a tu economía diaria es el Impuesto al Valor Añadido (IVA). Este es un tributo indirecto que las personas físicas pagan cada vez que consumen bienes o servicios. Se incluye en el precio final de la mayoría de los productos, desde ropa y tecnología hasta la cuenta de un restaurante o el billete de transporte público.
El IVA es uno de los pilares del sistema fiscal francés, una de las mayores fuentes de ingresos para el Estado. Con una tasa general del 20 %, es uno de los más altos de Europa Occidental, pero está algo por debajo del de otros países como Hungría, que tiene un IVA estándar del 27 %. O de Dinamarca y Suecia, que aplican un 25 %. De todas formas, las tasas aplicadas varían según el tipo de producto o servicio::
Tipos de IVA:
- 20 %: tipo general (ropa, tecnología, transporte, etc.).
- 10 %: tipo reducido (hostelería, transporte de pasajeros).
- 5,5 %: tipo súper reducido (alimentos básicos, libros).
- 2,1 %: tipo específico para medicamentos reembolsables.
3. Impuesto sobre la propiedad (Taxe Foncière)
Si decides comprar una vivienda en Francia, tendrás que pagar el Impuesto sobre la Propiedad, conocido como Taxe Foncière. Es de carácter local, se calcula en función del valor catastral del inmueble y las tasas que fija cada municipio. Se trata de un impuesto recurrente, que deberás abonar cada año mientras seas propietario.
¿Cuánto se paga? El porcentaje varía según la región, oscila entre el 0,1 % y el 1 % del valor catastral de la propiedad. Este valor, estimado por la administración, puede ser inferior al precio de mercado, lo que hace que la carga sea más llevadera. Es un impuesto en Francia a tener muy en cuenta si vas a comprar una propiedad, sobre todo porque varía según la ubicación e infraestructuras de la zona.
Para una vivienda con un valor catastral de 200.000 euros, el impuesto anual podría oscilar entre 200 y 2.000 euros. Si esta propiedad estuviera en París, donde la tasa en 2024 se sitúa en el 20,5 %, pagarías alrededor de 1.025 euros. En contraste, en áreas rurales o municipios más pequeños, la carga fiscal podría ser considerablemente menor.
4. Otros impuestos importantes en Francia
Además de los mencionados, hay otros tributos que debes tener en cuenta si planeas residir o invertir en Francia. Afectan, sobre todo, a propietarios de bienes inmuebles, herencias o segundas residencias:
- Impuesto sobre el Patrimonio Inmobiliario (IFI): este impuesto sustituye al antiguo impuesto sobre el patrimonio general y se aplica en exclusiva a bienes inmuebles cuyo valor neto supere los 1,3 millones de euros. Es progresivo, con tasas que varían desde el 0,5 % hasta el 1,5 %, dependiendo del tramo del patrimonio.
- Impuestos locales (Taxe d’Habitation): aunque ha sido eliminado de forma gradual para las primeras residencias, sigue vigente para segundas residencias. Su tasa varía según el municipio y puede alcanzar hasta el 20 % del valor catastral de la vivienda.
- Impuesto sobre sucesiones y donaciones: Francia grava tanto las herencias como las donaciones. Las tasas dependen del grado de parentesco. Para hijos y cónyuges, oscilan entre el 5 % y el 45 %. Para parientes lejanos o no relacionados pueden llegar hasta el 60 %.
Impuestos para personas jurídicas o empresas en Francia
Veamos ahora el panorama fiscal para las empresas en Francia. Si tienes en mente abrir un negocio en el país galo o expandir tu empresa a su territorio, es importante entender cómo funciona su sistema fiscal. Francia tiene la reputación de ser uno de los paises con impuestos más elevados. Sin embargo, esto viene acompañado de bastantes beneficios, como acceso a mercados internacionales, una infraestructura sólida y un ecosistema empresarial más que interesante.
1. Impuesto sobre sociedades (Impôt sur les Sociétés – IS)
El Impuesto sobre Sociedades es el gravamen principal para las empresas en Francia y uno de los más importantes a nivel fiscal. Este impuesto se aplica sobre los beneficios netos de las empresas. Es decir, la cantidad que queda después de deducir todos los gastos operativos, salarios y otros costes asociados a la actividad empresarial.
La tasa en Francia es una de las más equilibradas dentro de la Unión Europea. Sobre todo si consideramos las deducciones y beneficios fiscales que se pueden aplicar.
- Tasa estándar: 25 % sobre los beneficios netos.
- Tasa reducida: se aplica un 15 % sobre los primeros 42.500 euros de beneficios para empresas con ingresos anuales inferiores a 250.000 euros.
Pongamos, por ejemplo, que tienes una empresa que genera unos 300.000 euros de beneficios netos al año, el cálculo del impuesto sería el siguiente:
- Los primeros 42.500 euros se gravan al 15 %, lo que equivale a 6.375 euros.
- Los restantes 257.500 euros se gravan al 25 %, lo que suma 64.375 euros.
Total a pagar: 70.750 euros.
Si comparamos el porcentaje de este impuesto en Francia con países como Alemania o Italia, donde las tasas efectivas pueden superar el 30 %, el país galo resulta más accesible para las empresas. Sin embargo, no es tan atractivo como Irlanda, que sigue liderando con tasas notablemente bajas (12,5 %).
2. Impuesto al Valor Añadido (IVA) para empresas
El IVA también afecta a las empresas en Francia, son las que deben recaudar este impuesto de sus clientes y luego transferirlo al Estado. Aunque los consumidores finales son quienes asumen el coste, las empresas tienen un papel importante en su gestión.
- Tasa estándar: 20 % (ropa, tecnología, servicios generales).
- Tasa reducida: 10 % (hostelería, transporte de pasajeros).
- Tasa súper reducida: 5,5 % (alimentos básicos, libros).
- Tasa específica: 2,1 % (medicamentos reembolsables).
Las empresas pueden deducir el IVA soportado en la compra de bienes y servicios relacionados con su actividad, lo que reduce la carga fiscal real.
Imagina que tu empresa vende un producto por 1.000 euros. Añadirás un IVA del 20 % (200 euros), que luego deberás transferir al Estado. Si compraste ese producto a un proveedor por 800 euros + IVA (160 euros), podrás deducir ese IVA soportado, transfiriendo solo la diferencia (40 euros).
3. Cotizaciones sociales empresariales
En Francia, las empresas también tienen la obligación de pagar cotizaciones sociales sobre los salarios de sus empleados. Estas contribuciones financian servicios como la sanidad pública, el seguro de desempleo y las pensiones.
- Tasa promedio: las cotizaciones representan alrededor del 45 % del salario bruto del empleado.
- Estas tasas varían según el tipo de empresa, el tamaño y el nivel salarial.
4. Otros impuestos importantes para empresas
- Impuesto sobre actividades económicas (CFE y CVAE): afecta a empresas según su facturación y ubicación. Las tasas son determinadas por cada municipio.
- Impuestos medioambientales: dependiendo del sector, las empresas pueden estar sujetas a tasas por emisiones de carbono o residuos.
- Tasas sobre la publicidad: si tu empresa utiliza anuncios en espacios públicos, estarás sujeto a un impuesto específico según la región.
Beneficios tributarios en Francia
A pesar su exigente régimen fiscal, Francia se esfuerza por fomentar la inversión, la creación de empleo y la residencia de perfiles altamente cualificados en el país. Lo hace a través de una serie de beneficios fiscales que pueden aliviar bastante la carga impositiva. Si estás pensando en mudarte, no dejes de estudiar las diferentes ventajas disponibles para optimizar tu declaración.
Beneficios tributarios destacados en Francia:
- Régimen fiscal para expatriados: Francia ofrece a los trabajadores extranjeros un régimen fiscal especial llamado “Exonération des primes de mobilité”. Este beneficio permite que parte de los ingresos obtenidos durante los primeros 8 años de residencia fiscal en el país estén exentos de impuestos. Muy útil para empleados de multinacionales trasladados al país.
- Créditos fiscales para empresas innovadoras: las empresas que desarrollen proyectos de investigación y desarrollo (I+D) pueden beneficiarse de un Crédito Fiscal de Investigación (CIR). Este permite deducir hasta el 30 % de los gastos de I+D, con un límite de 100 millones de euros, incentivando la innovación.
- Exenciones en zonas de interés económico: las empresas que operan en regiones con altos índices de desempleo pueden beneficiarse de reducciones en los impuestos sobre sociedades y contribuciones locales durante los primeros años de actividad. Este programa busca dinamizar las economías locales y generar empleo.
- Deducciones por inversión inmobiliaria: los particulares que invierten en bienes inmuebles para alquilar bajo ciertos programas (como el “Plan Pinel”) pueden acceder a deducciones fiscales significativas, que alcanzan hasta el 21 % del valor del inmueble repartido en varios años.
- Beneficios para startups y pequeñas empresas: Francia impulsa el emprendimiento con exenciones fiscales durante los primeros años de actividad para startups. El programa JEI (Jeune Entreprise Innovante) reduce las cargas sociales y ofrece beneficios tributarios para las empresas que cumplen ciertos criterios de innovación.
- Reducciones en herencias empresariales: las transmisiones de empresas familiares disfrutan de un régimen fiscal más favorable, con exenciones parciales que pueden llegar al 75 % del valor de la empresa. Eso sí, siempre que se cumplan ciertos requisitos, como mantener la actividad durante un período mínimo.
- Exoneración de impuestos en zonas francas urbanas: algunas áreas urbanas, conocidas como “ZFU-TE” (Zones Franches Urbaines – Territoires Entrepreneurs), ofrecen exenciones fiscales completas durante los primeros 5 años de actividad empresarial.
Como ves, con su sólido estado de bienestar y su estratégica ubicación en Europa, Francia ofrece tanto retos como oportunidades desde el punto de vista fiscal. Aunque su sistema tributario puede parecer exigente a primera vista, los beneficios y exenciones disponibles para personas y empresas compensan, en gran medida, la carga impositiva. Es un tema complejo, no dudes en consultar a un experto para que estudie tu caso y valore lo que más te conviene. ¡Recuerda contratar tu eSIM de Holafly para poder recibir su ayuda estés donde estés!
Preguntas frecuentes sobre los impuestos en Francia
¿Cuándo se hace la declaración de impuestos en Francia?
La declaración de impuestos en Francia se realiza de forma anual. Por lo general, el periodo de declaración se abre entre abril y junio. La fecha exacta depende de tu lugar de residencia y si presentas la declaración en formato físico o digital. Es importante cumplir con los plazos para evitar recargos por retrasos.
¿Qué sucede si no estoy al día con mis obligaciones fiscales en Francia?
Si no cumples con tus obligaciones fiscales en Francia, podrías enfrentarte a sanciones económicas que oscilan entre el 10 % y el 40 % del importe adeudado, dependiendo del retraso. Además, en casos de incumplimiento grave o prolongado, podrías enfrentar intereses de demora e incluso acciones legales. Mantenerse al día es clave para evitar complicaciones.
¿Cuál es la diferencia entre ser residente fiscal y no residente en Francia para los impuestos?
Los residentes fiscales en Francia deben declarar y tributar por sus ingresos globales, independientemente de dónde los generen. Por otro lado, los no residentes fiscales solo tributan por los ingresos generados dentro de Francia, pero pueden enfrentarse a tasas más altas en algunos casos. ¿Eres nómada digital en París u otra ciudad francesa? Tu estatus fiscal dependerá de la duración de tu estancia y otros factores, como si tienes una vivienda principal en Francia.
¿Qué impuestos debo pagar como visitante o nómada digital sin una visa de trabajo en Francia?
Si trabajas en remoto para una empresa extranjera y no generas ingresos en Francia, es posible que no estés sujeto a impuestos locales. Sin embargo, si tienes ingresos derivados de actividades realizadas en Francia o propiedades en el país, deberás tributar por ellos. Considera investigar si una visa para nómadas digitales en Francia puede ayudarte a formalizar tu situación.
¿Qué bancos ofrecen las mejores opciones para gestionar impuestos y finanzas en Francia?
Los mejores bancos en Francia, como BNP Paribas, Crédit Agricole y Société Générale ofrecen cuentas bancarias adaptadas a autónomos y expatriados. Estas incluyen herramientas para gestionar facturas, ahorro e impuestos. Además, cuentan con opciones para simplificar pagos internacionales, ideales para nómadas digitales y trabajadores remotos que operan en varias divisas.
¿Es posible beneficiarse de exenciones fiscales al mudarse a Francia como expatriado?
Sí, Francia ofrece un régimen especial para expatriados llamado “Exonération des primes de mobilité”, que permite exenciones en una parte de los ingresos durante los primeros 8 años de residencia fiscal en el país. Esto puede ser una ventaja clave si planeas mudarte por motivos laborales.
¿Qué pasa si compro una propiedad en Francia y no resido de forma permanente?
Si compras una propiedad en Francia pero no resides en ella de forma permanente, podrías estar sujeto a impuestos locales, como la Taxe Foncière y la Taxe d’Habitation. Además, si alquilas la propiedad, deberás declarar los ingresos generados.